La literatura ha servido muchas veces de vehículo para expresar las ideas y los sentimientos de los autores.
Para comprender bien lo escrito por hombres de otras épocas es necesario conocer cómo eran la vida y el pensamiento de su tiempo; porque no sólo los historiadores dejan testimonio de lo que sucedió en el pasado, también el artista se hace eco de lo que sucede en su sociedad, de las ideas de su tiempo, de sus gustos... La obra literaria siempre va dirigida al público de la época - o a una parte de ese público-; por eso es lógico que el autor refleje el modo de sentir o de pensar del mundo que le rodea.
