Literatura china

Una literatura remota



Es la literatura más antigua de todas. Durante mucho tiempo fue desconocida en Europa. China permaneció aislada durante miles de años, hasta que los viajes de Marco Polo, el famoso comerciante italiano, la descubrieron a los occidentales europeos. Incluso hoy hay dificultades para traducirla, por ser la lengua china tan distinta de las lenguas que nos son familiares.
Desgraciadamente gran parte de esta literatura milenaria se ha perdido. Como los chinos escribían sobre tablas de bambú que no resistían el paso de los siglos, fue necesario copiar los escritos una y otra vez. Además, en el año 213 a. de C., el fundador de la dinastía Tsin mandó quemar todos los libros existentes, excepto algunos tratados de carácter técnico e histórico. Dos siglos más tarde, y bajo otra dinastía, se intentó copiar y conservar los libros que habían quedado.


Los grandes pensadores y filósofos de la antigua China son Confucio y Lao-Tse, de los siglos VI y VII a. de C. El confucionismo y la doctrina de Lao-Tse son imprescindibles para conocer el pensamiento tradicional chino pues la cultura y la civilización chinas están fuertemente impregnadas de religiosidad.
El confucionismo es sobre todo una doctrina práctica. No expresa grandes ideas divinas o religiosas, sino que tiende a regular los actos humanos, a guiar la conducta de los hombres. Es más un tratado de moral.
Lao-Tse es autor del "Tao-te-king" que reúne varios poemas de carácter elevado y místico.

Tao-Te-King

Este libro chino lo escribió Lao-Tse y su doctrina es la base de la filosofía taoísta. El taoísmo es una filosofía difícil para los occidentales, pero merece la pena intentar comprenderla.
Para el taoísmo existen tres grandes fuerzas llamadas Ying,Yang y Tao. Las fuerzas Ying y Yang se oponen, son la una lo contrario de la otra.
El Ying y el Yang nos son dos fuerzas enemigas, sino que al enfrentarse se complementan.
El Ying y el Yang también se unen en todo lo que existe, animales, vegetales y cosas, en distintas proporciones. Por ejemplo, la dureza y la fragilidad están en todas las cosas. Por muy duro que sea un material, siempre hay otro más duro que él capaz de romperlo. Es decir, que algo puede ser muy duro, pero nunca es duro del todo, porque también tiene una parte de fragilidad.
El Tao, la tercera fuerza, es el Principio Superior, porque es la fuerza conciliadora del Ying y del Yang la que reúne a todos los contrarios posibles: día-noche, vida-muerte,etc..
¿Qué piensa el hombre taoísta? Para el taoísta no es superior la vida a la muerte, ni la construcción a la destrucción, ni el placer es superior al sufrimiento. Los hombres sólo vemos en lo que nos rodea la lucha del Ying y del Yang, por eso el taoísta aspira al Tao, es decir, a la no-lucha, al no-enfrentamiento, a la armonía y conciliación