Literatura medieval

   Durante muchos siglos el Occidente dejó de ser cabeza del mundo, la civilización superior que imponía la fuerza de sus armas y de su cultura al mundo conocido.
  Tardarán siglos en aparecer nuevas ciudades europeas importantes.
  En estos siglos de esfuerzos, luchas y altibajos, se formaron las lenguas romances - derivadas del latín vulgar - y con ellas se inician las literaturas Nacionales.

La Alta Edad Media



    La caída de Roma supuso la desaparición del centro político del Imperio.

    Quedaron efectivamente algunos elementos importantes del antiguo orden: una lengua común -el latín vulgar-, el Derecho romano y, sobre todo, una organización de orden espiritual -la Iglesia cristiana-.

   En el siglo V aún había una minoría culta y aristocrática capaz de valorar la literatura y las manifestaciones culturales. Un siglo más tarde la aristocracia apenas sabía leer.

   Sólo la religión cristiana hace progresos entre los distintos pueblos y trata de conservar y recuperar los restos de la antigua cultura.

   La postración cultural de los reinos romano-germánicos recibirá un fuerte impulso durante el reinado de Carlomagno. Este rey franco reunirá en su corte a una serie de poetas y sabios que se proponen una renovación cultural.
  Carlomagno buscó dar una organización cultural al imperio que había conquistado por las armas.      
   Hombres cultos de diferentes países se reunieron en la corte de Carlomagno.
  Se iniciaba así un culto a la Antigüedad clásica que se siente como algo perdido que es preciso recuperar y traspasar a la posteridad.
   El tiempo sustituyó el antagonismo por la añoranza; las formas paganas, la vanidad y los honores romanos quedaban borrados con el recuerdo de los aspectos positivos del Imperio.

  Poco a poco la Iglesia empezó a concebir la idea de que los primitivos bárbaros, tan ajenos a los lujos y costumbres decadentes de la última etapa romana, podrían renovar y revitalizar las virtudes y excelencias del Imperio desaparecido.

  Desde la época de las invasiones, las hazañas de la aristocracia germana eran celebradas con cantos que exaltaban las virtudes guerreras de los héroes.

  La figura del guerrero fue sustituida por la del caballero cristiano, que es no sólo un esforzado guerrero en la batalla, sino además un piadoso cristiano, defensor de la fe.

  La guerra santa predicada por Mahoma proporcionó a la religión musulmana una capacidad combativa y conquistadora asombrosa.
  Los árabes se mostraron muy receptivos al saber acumulado por otros pueblos; supieron asimilar y recrear las adquisiciones culturales griegas y hebraicas que Bizancio - la parte oriental del Imperio que no sufrió las invasiones bárbaras- había conservado.

  Europa occidental apenas tenía noticias de la literatura, la filosofía y la ciencia antiguas. Sólo quedaban restos de textos y documentos que habían sobrevivido a las invasiones y se habían conservado en los monasterios.
  A través del vasto territorio que abarcaba el mundo árabe empezó a circular todo el saber acumulado por las grandes culturas de la Antigüedad.
  El califato de Córdoba se convirtió en el mayor foco cultural europeo de la época. A través de Averroes se difundirá por Europa el conocimiento de Aristóteles y la literatura en lengua árabe vivirá en España uno de sus mejores momentos.



La Baja Edad Media


Si en la Alta Edad Media la vida se desarrollaba en los campos y con una organización de tipo feudal, en la Baja la importancia de las ciudades irá creciendo y dando lugar a un régimen de vida urbano basado en el comercio y la artesanía.

Las Cruzadas permitieron a la Europa cristiana reanudar las comunicaciones y el tráfico por el Mediterráneo.
La educación deja de ser exclusivamente eclesiástica, el latín es una lengua definitivamente olvidada por las gentes.
Las lenguas romances adquieren al fin categoría literaria y la literatura ya no será sólo una actividad de clérigos; la nobleza se refina y se reúne en cortes de intensa actividad literaria.

Apareció un nuevo personaje, el juglar medieval, que era mezcla de cantor de hazañas, músico, malabarista, payaso, domador, aunque por lo general, solía especializarse en alguna de esas cosas.
El juglar canta además cancioncillas líricas o religiosas; cuenta historias o leyendas que oye en su continuo deambular por los caminos; y relata los hechos importantes ocurridos desde su última visita o los de otro juglar.

El caballero cristiano tenía una dignidad casi religiosa dentro del mundo medieval. Las primeras Cruzadas dieron al esfuerzo guerrero unos fines cristianos y trascendentes.

Como una imitación a los juglares surgen los trovadores. La diferencia  entre uno y otro vienen dados por el público a quien se dirigen. El trovador es un poeta más culto. Muchos trovadores se desplazaban de corte en corte llevando uno o dos juglares a su servicio para que interpretaran sus composiciones poéticas.

La presencia árabe tuvo muchas repercusiones en la España medieval.

A partir del siglo XIII, la amenaza árabe fue desapareciendo y en las nuevas tierras ocupadas por Castilla convivirán musulmanes, judíos y cristianos.

 En Toledo, y bajo la dirección de Alfonso X, se creó una Escuela de Traductores que transmitirá en lengua castellana la cultura hebrea y árabe; y,  a través de éstas, gran parte de la cultura grecolatina desconocida en la Europa medieval. Toledo pasa a ser, de este modo, un centro emisor de  cultura para el Occidente cristiano.

En el siglo XIV este cruce de culturas favorece la aparición de obras literarias de gran originalidad en la historia de la literatura europea.
"El libro del buen amor" del Arcipreste de Hita es una fusión magnífica de la literatura de la Europa cristiana con elementos de las literaturas musulmana y hebrea.

El arcipreste de Hita intercala frases en árabe vulgar y no las traduce, señal de que también eran conocidas para el público a quien dirigía el libro.


 

Poesía épica


  Los pueblos germánicos conservaban noticia de sus antepasados mediante cantos guerreros que recordaban sus hazañas. Cuando estos pueblos se asentaron definitivamente en las provincias del vencido Imperio Romano Occidental conservaron estos cantos y compusieron otros nuevos sobre los sucesos recientes. Estos cantos, que exaltaban las hazañas de los héroes, fueron el orígen de los Cantares de Gesta (gesta significa hechos,hazañas).

  Los clérigos o los hombres cultos de la Edad Media podían conocer los hechos del pasado gracias a las crónicas escritas en latín, pero la mayoría de la gente no sabía leer y su único modo de enterarse de sucesos anteriores o recientes era oyéndolos narrar de viva voz y en lengua vulgar. Esta era una de las cosas que hacían los juglares.
  Los juglares, a medida que pasaba el tiempo, introducían modificaciones en los versos, suprimían los que no gustaban a la gente y añadían otros nuevos. Estas libertades que se tomaba el juglar con los Cantares de Gesta dieron lugar a dos características de la épica medieval europea:
 - el anonimato
 - la ficción


 

Poesía lírica



    Cuando los musulmanes invadieron España, se pusieron en contacto con una cultura inferior a la suya. Sin embargo, los poetas cultos árabes llegaron a interesarse por unas cancioncillas al estilo cristiano que cantaban los mozárabes que habitaban las tierras andaluzas. Estas cancioncillas son las jarchas romances, las más antiguas muestras de la poesía lírica europea.
    Las jarchas, descubiertas en 1948, han sobrevivido gracias a los poetas cultos árabes que incorporaron algunas de ellas en unos poemas llamados moaxajas, escritos en lengua árabe, pero que conservaban en la primitiva lengua romance los dos, tres o pocos más versos que constituían la jarcha.

  En Provenza, una región francesa que se mantuvo alejada de los escenarios guerreros, con buen clima y relativo bienestar, surgió en el siglo XII una escuela de trovadores cortesanos. La poesía lírica escrita por estos trovadores tuvo gran influjo en todas las naciones europeas.
  Los trovadores son los primeros en cultivar una poesía culta en lengua romance.

  La lírica provenzal se difundión ampliamente por Europa e influyó mucho en la poesía posterior. Los peregrinos que recorrían el camino de Santiago dieron a conocer en Galicia las estrofas provenzales que influyeron notablemente en la lírica gallego-portuguesa.
  Autores castellanos, como Alfonso X el Sabio, escriben en gallego la parte lírica de su poesía por considerar la lengua gallega más apta que el castellano para este tipo de literatura.
  La lírica, gallego-portuguesa, que alcanzó rápidamente su plenitud, decayó en el siglo XV y no desarrolló nuevamente una poesía valiosa hasta el siglo XIX.


El teatro



  En las grandes solemnidades religiosas -Navidad y Pascua de Resurección, principalmente-, al final de las ceremonias litúrgicas se acostumbraba a representar, ante el altar, algunos pasajes de la vida de Cristo para conmemorar de un modo más vivo la festividad que se celebraba. Estos diálogos eran al principio en latín y los representantes ante los fieles los sacerdotes que habían celebrado el oficio divino, como una continuación del culto.
  Hacia el siglo X, los diálogos van cobrando independencia y adquieren el carácter de verdaderas representaciones teatrales que no se celebran ya en el altar mayor, sino en la nave central del templo. Paulatinamente se van introduciendo elementos profanos y comienzan a intervenir los fieles laicos, que desconocían el latín, con lo cual se va imponiendo el uso de las lenguas romances.
  Cuando los elementos profanos son claramente dominantes sobre los litúrgicos y se introducen partes cómicas y lenguaje vulgar, las representaciones se trasladan al atrio de las iglesias. Por último, la afición del público a esta clase de diversión hace que se representen con frecuencia obras totalmente profanas en las plazas públicas o en locales que se preparaban especialmente para las representaciones. Los actores no son aficionados, ni espontáneos, sino profesionales que se ganan la vida con su trabajo: ha nacido definitivamente el teatro.
  En el siglo XIII el teatro, con gran riqueza de elementos cómicos, es una sátira de los tipos y costumbres de la época.
  Hacia el siglo XV comienzan a representarse cuentos escenificados y se inicia también la comedia de costumbres.


 

El cuento


A partir del siglo IV los escritores cristianos utilizaban con frecuencia ejemplos para ilustrar sus explicaciones, poniéndolas así al alcance de las gentes sencillas.
  El cuento de esta época tiene casi siempre intención didáctica.
  Los apólogos de origen oriental, se conocieron en la Edad Media a través de traducciones persas que fueron vertidas al árabe y del árabe al castellano. Estos apólogos orientales sirvieron de base a numerosas colecciones de cuentos medievales.


La novela


La cultura cortesana dio lugar a un nuevo género literario, la novela caballeresca. Esta clase de novela, surgidas en el siglo XII, se prolonga con éxito hasta el siglo XVI y termina con el "Don Quijote" de Cervantes, que cierra cuatro siglos de novela caballeresca y, al mismo tiempo, inaugura la novela moderna.
Si los cantares de Gesta son anónimos, el autor de la novela de caballerías deja constancia de que la obra es suya y la dedica a una dama de rango o a un gran señor.


 

La historia


   La historia de pasado sólo interesaban a los clérigos y a los hombres cultos de la Edad Media. Por esta razón se escribía en lengua latina.
  La prosa romance apareción mucho más tarde que la poesía. Se escribía en lengua vulgar sólo cuando era necesario dirigirse a un público amplio y desconocedor del latín.
   Los historiadores medievales no comprobaban demasiado la exactitud de las noticias que les llegaban.
   En la Baja Edad Media fueron frecuentes las historias particulares, es decir, las crónicas de los hechos importantes ocurridos durante un reinado.

   En España, el contacto con la cultura árabe influyó decisivamente para que se empezara a escribir en prosa vulgar sobre Historia, Derecho, Astronomía...Alfonso X el Sabio, asesorado por sus colaboradores hebreos, se dio cuenta de la conveniencia de una sola lengua común a  todos, hablada y escrita, tal como hacían los árabes.



 

Autores y Obras


 

"Poema del Mio Cid" es la obra más antigua escrita en castellano.


No se conoce le nombre del autor, se cree que es obra de dos autores, uno de San Esteban de Gormaz, que hizo una versión más antigua, y otro de Medinaceli, que refundió el poema y le añadió algunas partes menos ajustadas a la realidad histórica.
Está escrito con un estilo directo, sobrio y expresivo. A pesar de su sencillez, el lenguaje utilizado es poético y muy expresivo.
Exalta, a través de su héroe, las virtudes más enraizadas en el pueblo castellano y ése es sus principal valor como poema nacional: la fidelidad, el amor familiar, la lealtad al rey, la sobriedad en las costumbres.


 

Gonzalo de Berceo, el primer poeta castellano cuyo nombre se conoce


Fue un clérigo que vivió en el monasteri de San Millán de la Cogolla, en Rioja, durante el siglo XIII.
El estilo de Gonzalo de Berceo es sencillo, sin adornos que dificultarían la comprensión de sus obras, escritas con la intención de enseñar al pueblo.
Escribió obras dedicadas a la Virgen cómo "Milagros de Nuestra Señora" y Vidas de Santos cómo "El martirio de San Lorenzo".

 

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita


Es el autor del "Libro de Buen Amor", una de las obras más importantes escritas en castellano.
Es un poema muy extenso, casi ocho mil versos, de contenido muy heterogéneo.
Juan Ruiz nació en Alcalá, fue Arcipreste de Hita y probablemente estuvo encarcelado durante varios años en Toledo.